Flamenco

Información y Características

Son seis las especies de flamencos que engalanan de plumaje rosa los paisajes del Viejo y Nuevo Mundo. No es difícil diferenciarlas, solo basta con observar algunas de sus más vistosas características.

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Una expedición por las partes más importantes dentro del ciclo de vida de los flamencos: anatomía, alimentación, hábitat, evolución, reproducción, estructura social y enemigos naturales.

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La relación entre humanos y flamencos podría dividirse en tres ámbitos importantes: como parte de nuestra cultura, como fauna afectada por las acciones humanas y como objetivos dentro de planes de conservación.

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Introducción a los Flamencos

Pocas aves acuáticas pueden presumir una anatomía tan llamativa como la de los flamencos. Comunes en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, se elevan en bandadas que avanzan tranquilamente mientras confieren una visión casi etérea a los paisajes.

Desde luego, hay muchísimas cosas que contar sobre los flamencos y hacerlo conlleva la necesidad de horas y espacios extremos. Su interesante vida está surcada de curiosos hechos y de aspectos que poco a poco han sido desentrañados a base de observación e investigación científica. Si has tenido la oportunidad de ver uno, considérate afortunado, porque no son aves que sean fáciles de mirar desde cerca.

Para empezar, los sitios en donde viven son poco accesibles tanto para personas como para otros animales. Viven en aguas alcalinas de variados niveles de salinidad en zonas costeras o interiores de los países. Dadas las condiciones del agua, no muchas especies animales y vegetales pueden sobrevivir, por lo que los flamencos se han adaptado muy bien a la disponibilidad de alimentos y durante millones de años han mantenido una dieta que consiste en algas, diatomeas, pequeños crustáceos y moluscos, larvas y algunos microorganismos más. Como muchos de sus alimentos contienen unos pigmentos llamados carotenoides, el plumaje originalmente grisáceo de los polluelos alcanza diversos tonos que van desde el rosado hasta el carmesí y bermellón.

Algunos flamencos, también llamados fenicoptéridos por el nombre de la familia a la que pertenecen, poseen plumas de color más intenso que otros. Esto se debe a las diferencias de alimentación, anatomía, distribución y otros factores entre las especies. Se cuentan dos especies nativas del Viejo Mundo: el flamenco común (Phoenicopterus roseus) y el flamenco enano (Phoeniconaias minor o Phoenicopterus minor), y 4 especies que viven en el Nuevo Mundo: el flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber), el flamenco de James (Phoenicoparrus jamesi), el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis) y el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus). En total, 6 especies.

De su plumaje se ha hablado mucho, y hasta su curioso pico es objeto de discusiones. A diferencia de otras aves, la estructura se ha curvado hacia abajo para facilitar la toma de alimento, que el ave realiza sumergiendo la cabeza y colocándola al revés, de modo que la mandíbula superior queda boca abajo. Como sus patas son tan largas, puede permanecer en aguas ligeramente más profundas que las aves que tienen patas cortas. Y esas protuberancias que se les ven a mitad de cada pierna no son sus rodillas, ¡son sus tobillos! Las rodillas están en la parte superior de las piernas, casi totalmente ocultas por las plumas.

No se les considera aves migratorias, pero algunas veces se desplazan a varios kilómetros de su hábitat para reproducirse o buscar nuevas fuentes de alimento. En invierno, los flamencos que viven en las zonas más al norte, como los flamencos enanos de Europa, vuelan hacia el sur con la esperanza de encontrar un clima más suave. Ellos suelen reproducirse una vez al año, y forman parejas mayormente monógamas.

El espectáculo del cortejo es digno de admiración. Imagina un cúmulo de flamencos que extienden las alas, estiran el cuello, aletean y emiten sonidos para conquistar a las hembras. Ellas también pueden hacer esto, pero por lo general el comportamiento de los machos es más enérgico. Si una hembra acepta a un macho, tiempo después construyen un alto nido de lodo y ella coloca un solo huevo. Los padres son muy protectores con este y con su polluelo. Él, como padre integrado en la dinámica familiar, ayuda a incubar el huevo y a alimentar a la cría una vez que ha salido de su cascarón.

Viven en aguas alcalinas de variados niveles de salinidad, lugares donde muchas especies animales y vegetales no pueden sobrevivir.

Los flamencos tienen una vida relativamente larga en su medio silvestre: de 20 a 30 años, si bien los que permanecen cautivos y son cuidados con premura pueden ser más longevos. Algunos huevos y polluelos son víctimas de depredadores naturales, pero en muchos casos son los seres humanos quienes se encargan de acortar la vida de estas aves, pues la contaminación de las aguas con sustancias químicas, la recolección de los huevos para consumo y otras amenazas son de origen humano.

El interés por estas aves ha permitido que la información pueda llegar a muchas personas. El reto es canalizar el saber en pos de su protección y conservación.

Datos sobre los Flamencos

  • 4 especies de flamenco viven en el Nuevo Mundo: caribeño, chileno, de James y andino.
  • No tienen dientes. En su lugar poseen unas laminillas que filtran los alimentos.
  • Más datos sobre los flamencos

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